Biobío es la tercera Región con más denuncias por ruidos molestos: más de 1.700

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30/04/2025


El ruido es un contaminante invisible, pero de alto impacto. Así lo reflejan las cifras entregadas por la Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) en el marco del Día Internacional de la Conciencia sobre el Ruido, donde la Región del Biobío aparece entre las tres con mayor número de denuncias por ruidos molestos a nivel nacional con 1.722 de estas.

En primer lugar está la Metropolitana con 7.506 y luego Valparaíso con 1.854. Todo esto en el rango de 2013 a la fecha.

En la reciente temporada 2025, Biobío registra 91 denuncias -cuarto lugar- de las 1.115 de todo el territorio nacional (Metropolitana 392Valparaíso 149Antofagasta 121).

En términos de comunas, Concepción figura, de manera histórica, en el tercer lugar a nivel país con 756 casos.

En la actualidad, la ciudad penquista está en el sexto puesto con 91 denuncias.

Ante el alza de los casos la SMA comenzó a reforzar sus fiscalizaciones y lanzó recientemente un Mapa Público de Denuncias por Ruido, donde la ciudadanía puede visualizar y descargar información desagregada por comuna y tipo de fuente emisora.

Marie Claude Plumer, superintendenta del Medio Ambiente, destacó el valor de esta herramienta: “El ruido es un contaminante que afecta la calidad de vida y salud de las personas. Por eso contar con datos abiertos y territoriales sobre las denuncias permite visibilizar esta problemática y fortalecer el control ciudadano”, afirmó.

La SMA también ha ampliado sus convenios con municipios del país, incluido el penquista, para que funcionarios locales capacitados puedan realizar mediciones en terreno y derivar los casos a la Superintendencia cuando se superen los niveles permitidos por la norma.

Si bien el ruido no siempre genera daños inmediatos en la audición, su exposición constante puede provocar efectos acumulativos que impactan no sólo el oído, sino también el sistema nervioso, el sueño y la salud cardiovascular. Así lo explica la fonoaudióloga Joselyn Linco Rivas, diplomada en audiología diagnóstica y magíster en educación para ciencias de la salud.

“El ruido ambiental no siempre supera los niveles que causan daño auditivo inmediato, pero su exposición constante puede contribuir a un fenómeno conocido como estrés auditivo acumulativo. Este puede generar fatiga auditiva, molestias persistentes, hipersensibilidad al sonido e incluso agravar alteraciones preexistentes”, explicó la profesional.

La experta detalló que el ruido ferroviario, por ejemplo, puede provocar tinnitus (zumbidos), hipersensibilidad auditiva y alteraciones temporales en la audición, además de incidir en trastornos del sueño, estrés crónico, hipertensión arterial y deterioro del bienestar psicológico.

Asimismo, recalcó que ciertos grupos poblacionales se ven especialmente afectados. En el caso de niños y niñas pueden experimentar dificultades cognitivas y lingüísticas, interferencias en la atención, la memoria de trabajo y aprendizaje, especialmente en lectura y comprensión.

Las personas mayores son más susceptibles a la incomodidad auditiva e interferencias en la comunicación, y el ruido puede potenciar trastornos del sueño y problemas cardiovasculares.

En tanto, personas con TEA u otros trastornos del neurodesarrollo presentan hipersensibilidad auditiva, lo que puede desencadenar ansiedad o conductas de evitación ante entornos ruidosos.

“Esta carga invisible del ruido tiene efectos reales en la vida cotidiana de las personas, muchas veces subestimados, pero profundamente limitantes”, concluyó Linco.

Desde la Seremi del Medio Ambiente del Biobío destacan los avances en medición y fiscalización, así como la elaboración de una norma primaria de calidad para el control del ruido ambiental.

En el contexto del Día Internacional de Conciencia sobre el Ruido, el seremi del Medio Ambiente del Biobío, Pablo Pinto Valenzuela, detalló los esfuerzos regionales para enfrentar esta creciente problemática, en especial en el Gran Concepción, una de las zonas más urbanizadas y ruidosas del país.

“El Ministerio del Medio Ambiente, de forma permanente, elabora diagnósticos para diseñar políticas públicas orientadas al control del ruido ambiental. En el Gran Concepción se están monitoreando continuamente los niveles de ruido mediante tres estaciones de medición, además de una adicional en San Pedro de la Paz”, explicó.

Esta información alimenta el proceso de elaboración de una nueva norma primaria de calidad ambiental para ruido, que busca establecer límites más exigentes y adecuados a la realidad de las distintas zonas del país.

En paralelo, en la comuna de Coronel se están actualizando los diagnósticos como parte del Programa de Recuperación Ambiental y Social (PRAS), lo que permitirá definir medidas específicas de control de ruido en esa localidad. Los resultados estarán disponibles en junio, e incluyen dos estaciones de monitoreo continuo.

Pinto también enfatizó el rol de la Seremi en la evaluación de proyectos sometidos al Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental (SEIA), donde se revisan específicamente los estudios asociados al ruido, como elemento contaminante, para prevenir impactos futuros.

A nivel nacional, el Ministerio y la SMA siguen avanzando en coordinación interinstitucional, normativas más robustas y herramientas de acceso público como el Mapa de Denuncias de Ruidos, que permitirá a comunidades y autoridades visualizar las zonas más afectadas y priorizar acciones.

En este escenario, el llamado de las autoridades es claro: prevenir y actuar. “En cada proyecto se revisan las evaluaciones relativas al contaminante ruido con el objetivo de prevenir de forma adecuada futuros problemas que se puedan generar en la implementación de los proyectos”, destacó el seremi.



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