Nacional
Crónica
Policial
16/09/2025
Parlamentarios de Renovación Nacional solicitaron a la mesa directiva de la Cámara Baja una sesión especial antes de Fiestas Patrias para discutir la Ley de Responsabilidad Penal Adolescente.
Esto, luego del asesinato de un hombre de 35 años en medio de un turbazo en Lampa, crimen que habría sido realizado por menores de edad. En medio de la reactivación de este debate, Unicef Chile publicó el estudio titulado como "Adolescentes en conflicto con la ley penal: una breve reseña".
De acuerdo con el documento, "las experiencias recurrentes de las y los adolescentes vinculadas a maltrato, negligencia, o la situación de pobreza de sus familias, es parte del contexto en el cual crecieron.
Estas adversidades muchas veces limitan la capacidad de los adultos responsables del cuidado para ejercer controles sociales informales en el hogar; por otra parte, un porcentaje importante de los y las adolescentes no cuenta con un adulto significativo,".
El estudio muestra que el 45% de los adolescentes infractores vivió con una persona que estuvo privada de libertad o que el 70% sufrió ausencia o separación de padre o madre. En tanto, el 56% presenció violencia en su comunidad, el 48% fue víctima de violencia intrafamiliar, abuso emocional (25%), abuso físico (17%). El estudio también expone dos perfiles de adolescentes que cometen delitos.
Uno de ellos se vincula las "carencias" materiales y con su inicio a temprana edad en el mundo delictual. "Recurren al delito por necesidades materiales extremas, en la mayoría de los casos para ayudar a comprar bienes básicos, como alimentos, a sus familias.
Saben que por su edad, preparación y experiencia no pueden optar a trabajos que les generen ingresos", se indica en el estudio, precisando además que "comúnmente se trata de delitos sin agresiones ni intimidación, sino principalmente hurtos y robos por sorpresa (conocidos como mecha y lanzazos)".
Por otro lado, apuntan a que hay un perfil de adolescente que comienza su carrera delictual "con el fin de lograr una capacidad económica que permita conseguir un determinado nivel de acceso al consumo, puntualmente de ropa, accesorios y productos similares".
"Frecuentemente se da en adolescentes que tienen las necesidades básicas ya cubiertas", indica el estudio y consigna que "estos delitos, que buscan entregar la capacidad de consumo en un nivel superior, suelen ser más complejos en la medida en que buscan ganancias más ambiciosas que van más allá de lo estrictamente necesario para la supervivencia".