Chile sigue liderando en consumo de tabaco en América mientras la prevalencia global retrocede, advierte la OMS

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07/10/2025


Un reciente informe publicado por la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que Chile continúa encabezando el consumo de tabaco en América, situación que contrasta con la tendencia mundial, donde el número de fumadores ha disminuido de manera significativa en las últimas dos décadas.

Según el estudio, en el año 2024 el 19,5 % de la población mundial era fumadora, cifra que marca una notable reducción desde los inicios del siglo XXI, cuando cerca de un tercio de los adultos consumía tabaco con regularidad. Esta baja es atribuida a políticas públicas más estrictas en muchos países, campañas de concientización y mayores restricciones a la publicidad del tabaco.

Sin embargo, el caso chileno destaca negativamente dentro del continente. Las cifras indican que nuestro país mantiene una de las tasas más altas de fumadores, sin registrar avances significativos en los últimos años. Esta situación genera preocupación entre expertos y autoridades sanitarias, debido al impacto directo del tabaquismo en enfermedades crónicas no transmisibles como el cáncer, patologías cardiovasculares y afecciones respiratorias.

Un desafío pendiente

El informe también señala que solo 56 países están en vías de cumplir con la meta establecida por la OMS para reducir el consumo de tabaco al 15 % o menos para el año 2025. Chile, de acuerdo con las cifras más recientes, no figura entre ellos.

Para revertir esta situación, la OMS recomienda intensificar acciones como la implementación de ambientes completamente libres de humo, el aumento de los impuestos al tabaco, campañas de prevención en medios de comunicación, y acceso gratuito a programas de cesación.

Además, se pone especial énfasis en la protección de los adolescentes y jóvenes, grupo que representa una franja crítica para evitar que se inicie el consumo. El organismo internacional ha insistido en la necesidad de integrar acciones multisectoriales que aborden tanto los factores culturales como comerciales que perpetúan el hábito.

Costo social y económico

El alto consumo de tabaco no solo representa un riesgo sanitario, sino que también implica un alto costo para el sistema de salud chileno. Las enfermedades atribuibles al tabaquismo generan una carga asistencial considerable y afectan la productividad del país.

Ante este panorama, especialistas han llamado a no normalizar el hábito y a retomar con fuerza una política nacional antitabaco que permita cambiar el curso de esta tendencia.



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