Cuidar es trabajo: agrupaciones del Biobío debaten sobre monto que deberían recibir personas que ejercen labor

Regional

Crónica

22/10/2025


En conjunto tres activistas de cuidadoras de la Región del Biobío coinciden en que estar ligado a la protección y atención de otro es un trabajo que debiera ser remunerado de manera justa. Dos de ellas plantearon que el valor de esa remuneración debiera ser mayor que el sueldo mínimo. En cambio, desde otra perspectiva, se plantea que es complejo medir el precio justo a una labor que requiere de tanta entrega.

Es evidente que el cuidado tiene un valor económico, así lo publicó recientemente el Diario Financiero, en un artículo sobre el estudio realizado por ComunidadMujer, el Ministerio de Hacienda en colaboración con el Instituto Nacional de Estadísticas, denominado “Estimación de la Valorización Económica del Trabajo Doméstico y de Cuidados No Remunerados en Chile y su relación con el PIB nacional”. El análisis constató que el Valor Económico del Trabajo Doméstico y de Cuidado No Remunerado (VTD/CNR) alcanzó los $66,8 billones (millones de millones) en 2023, lo que equivale a US$75.600 millones, de los cuales el 65,2% corresponde a la contribución que realizan las mujeres.

La presidenta y creadora de la Fundación Te Cuido de la Región del Biobío, Carolina Avello, que intervino en el Congreso como organización invitada a la discusión del proyecto de ley que crea el Sistema Nacional de Apoyos y Cuidados, Chile Cuida, señaló que “el monto debería igualar o superar el salario mínimo nacional ajustado según el nivel de dependencia de la persona cuidada, la carga horaria, pero sobre todo el tiempo que se lleva cuidando”.

Para Avello sería razonable establecer una remuneración base igual al salario mínimo y un complemento de entre un 20% y 40% adicional cuando se trate de cuidados de alta demanda física o emocional, en casos de personas con discapacidad severa, enfermedades crónicas o dependencia total.

“Este rango permitiría valorar el tiempo, la experiencia y la responsabilidad que implica cuidar, además de garantizar condiciones dignas y sostenibles para quienes realizan esta labor”, expuso y afirmó que claramente es absolutamente necesario que se le considere en el proyecto de Ley.

“El Sistema Nacional de Cuidados no puede limitarse a brindar apoyos o servicios, sino que debe reconocer formalmente el trabajo de cuidado como una ocupación social y económica”, manifestó.

A los ojos de la presidenta de Yo Te Cuido, esto significaría un reconocimiento real al lema “Cuidar es trabajo”, así como también aportaría a reducir la desigualdad de género y la pobreza, otorgando el acceso a seguridad social, salud y pensiones.

Desde su perspectiva, Orietta Meza Durán, presidenta de la Agrupación de Amigos y Familiares de Enfermos Dependientes y Postrados de la comuna de Tomé, AFAEP, el deber de remunerar a las personas dedicadas al cuidado es una convicción clara. “Claro que sí, porque cuidar a una persona con discapacidad o con dependencia, ya sea moderada o severa, implica mucho tiempo, esfuerzo físico y emocional, además de una gran responsabilidad”, afirmó.

“Le decimos trabajo, porque contribuye al bienestar de todas las familias y la sociedad en general, por lo que debería reconocerse como un trabajo con un valor económico”, argumentó y estableció que, en su opinión, debería ser más de lo que es el sueldo mínimo.

“Incluso, yo no le siquiera poner precio, pero sí hay que mencionar un monto, debería ser más del mínimo, setecientos hacia arriba. Porque este es un trabajo especializado”, comentó Meza.

La presidenta de Afaep Tomé comentó que en su organización habitualmente preparan capacitaciones para cuidadores, porque es una necesidad tener ciertos conocimientos de tal forma de brindar una correcta atención a sus seres queridos junto con que ello no signifique un detrimento en el propio cuidador.

En la opinión de Orietta Meza es necesario que en el Sistema Nacional de Cuidado contemple un ítem remuneración. “Cuidar es un trabajo. Es bienestar para la familia, se debe reconocer su valor económico”, apuntó.

En efecto, la existencia de múltiples agrupaciones en torno al tema, dan cuenta de la necesidad que tienen los cuidadores. “Nosotros hace 11 años tenemos personalidad jurídica y nacimos desde un grupo de autoayuda del Centro Comunitario de Salud Familiar de El Santo. Vimos que como persona natural no podíamos conseguir leche, pañales, catres clínicos. Y la única forma era uniéndonos y postulando a proyectos”, detalló la misma dirigente tomecina.

En tanto, Vanessa Rivera De La Fuente, miembro de la Alianza Global por los Cuidados ONU Mujeres, reflexionó que “el cuidado es un trabajo que sostiene la vida y aporta a la economía global y a la riqueza de los países, como tal, dada su importancia crítica debería ser remunerado de una manera justa y suficiente”.

Respecto de hablar de montos específicos, manifestó que es complejo porque el valor que los cuidados añaden a la calidad de vida de las personas hace difícil que un monto represente con justicia su contribución.



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