Nacional
Crónica
Policial
05/11/2025
“Siempre viven los que por la patria mueren”. Así lo establece una significativa máxima en Carabineros de Chile y que ante la presencia de la destacada figura del Teniente Hernán Merino Correa adquiere especial trascendencia, en virtud de su historia, vocación, entrega, compromiso, sacrificio y eterno legado de amor que expresó a su país y el inquebrantable profesionalismo que demostró con el cumplimiento de su misión.
Este 6 de noviembre Chile y la institución conmemoran 60 años del fallecimiento de este sobresaliente e ilustre integrante de las filas, quien vistió con orgullo el verde uniforme, sirvió de manera abnegada a la comunidad y cuyo ejemplo ha sido, es y será fuente permanente de inspiración no sólo para las pasadas, nuevas y futuras generaciones de carabineros, sino que también para todos aquellos servidores públicos que llevan adelante la relevante tarea de resguardar la soberanía y la seguridad de nuestro territorio nacional.
Hernán del Carmen Francisco Merino Correa nació en Antofagasta, el 17 de julio de 1936, hijo de Carlos Merino Charpentier, Capitán de Carabineros, y de Ana Correa de la Fuente.
Los registros históricos lo retratan como un joven responsable, disciplinado, amistoso, inteligente, protector y solidario. Poseedor de un gran sentido del humor y de notables aptitudes deportivas, desde siempre quiso ser carabinero no sólo para seguir el ejemplo de su padre, sino que también por vocación propia.
En 1957 egresó de la Escuela de Carabineros y con sólo 27 años ya había protagonizado varios hechos que evidenciaban su arrojo y valentía: socorrió a los habitantes de Valdivia con ocasión del terremoto de 1960, actuación que fue reconocida por el Presidente de la época, Jorge Alessandri Rodríguez. También, salvó la vida de una madre y su pequeño hijo que habían caído a las aguas del río Mininco y en Puerto Aysén rescató con vida al único sobreviviente de un accidente aéreo, gracias a que lo cargó durante ocho horas sobre sus hombros hasta conseguir ayuda médica. Un joven oficial que destacaba por su profundo amor a Chile y especial cercanía con la comunidad.
Justamente en el extremo sur, el 6 de noviembre de 1965, daría su última y más importante muestra de valor, patriotismo y determinación. En el sector de Laguna del Desierto, y al acudir en apoyo de su superior, el Mayor Miguel Torres Fernández, con apenas 29 años recibió un disparo que puso fin a su vida.
Un hito que marca el fallecimiento del oficial de Carabineros, pero también el nacimiento de un héroe eterno para nuestro país y la comunidad. Un hombre de bien que ofrendó su vida en defensa de la soberanía nacional y ejemplo permanente de vocación, compromiso, entrega, profesionalismo, amor, honor y valentía.
Marcelo Araya Zapata
General Director de Carabineros de Chile.