El “respiro” en la inflación que no llega por igual: hogares más vulnerables siguen sintiendo el alza de precios

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24/11/2025


Un avance en la moderación del costo de la vida parece haberse producido en el país: el índice de precios al consumidor (IPC) no registró variación en octubre, lo que redujo su crecimiento anual a 3,4 % desde el 4,4 % de septiembre.

Sin embargo, dicho alivio no ha sido percibido de igual forma por todos los segmentos de la población: los hogares más vulnerables continúan siendo los más afectados por el alza del valor de productos básicos, especialmente alimentos.

Desigualdad en la incidencia del alza de precios

Un estudio del Centro de Investigación en Empresa y Sociedad (CIES) de la Universidad del Desarrollo revela que en octubre el primer quintil de ingresos —correspondiente al 20 % de la población con menores ingresos— experimentó un alza mensual del IPC de 0,1 %, lo que llevó su variación acumulada a doce meses al 3,5 %.

Por su parte, el quintil de mayores ingresos registró una inflación cero en el mes y acumuló 3,4 % en el año, nivel equivalente al promedio nacional. 

El director del CIES, Víctor Martínez, señala que “el peso de los alimentos en el presupuesto de los hogares sigue siendo determinante para entender las diferencias distributivas. En el quintil de menores ingresos (Q1), la canasta destina un 32 % al consumo de alimentos, más del doble que el 14 % observado en el quintil de mayores ingresos (Q5)”.

Esto explica por qué incluso variaciones moderadas en los precios de alimentos afectan con mayor intensidad a los hogares de menores recursos.

Alimentos, el motor del impacto diferencial

Aunque el IPC general no varió en octubre, seis de las trece divisiones del índice presentaron incidencias positivas, mientras cinco fueron negativas y dos nulas. Entre los aumentos se destacó la división de alimentos y bebidas no alcohólicas.

Esa alza en el valor de los alimentos significa que el “respiro” que muestran las cifras macro no se traduce plenamente en alivio para los sectores que destinan gran parte de sus ingresos a la alimentación.

Contexto y retos a futuro
El hecho de que la inflación general haya bajado es una señal positiva para la economía del país, pero los datos muestran que la mejora no es homogénea. Para las autoridades y para los hogares más vulnerables, el desafío será que las políticas de estabilización de precios (o estímulo al ingreso) tengan un efecto tangible en los bolsillos de quienes más lo necesitan.

En un escenario donde la canasta de alimentos representa un mayor porcentaje del gasto en los hogares de ingresos bajos, cualquier repunte en ese rubro puede revertir los progresos alcanzados.

Lo que se espera

Para la ciudadanía, queda la pregunta de cuándo comenzará a sentirse un alivio real en el gasto diario, especialmente en los supermercados y mercados locales. Para los economistas, el foco estará en observar si la moderación del IPC se consolida y si efectivamente se traduce en menores diferencias en la inflación según nivel de ingresos.

Asimismo, para los responsables de la política pública se presenta la necesidad de focalizar apoyos y herramientas donde el impacto de los precios es más severo.



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